8 aprendizajes de Vida en otro país: 8 motivos para estar Vivo
Carolina Israel Mosqueira (Kirinroop Kaur)
Diciembre 2014.
Viajar es una de las experiencias
más transformadoras que he tenido en la vida y que me ha hecho crecer,
especialmente en aquellas ocasiones en que he estado sola y he tenido que
enfrentarme al mundo con todo lo que soy en ese momento. En esta ocasión, he
elegido conscientemente enfrentar mis mayores miedos: estar sola y saltar hacia
lo desconocido. Vivir en otro país completamente solo puede ser aterrador y al
mismo tiempo movilizar todos los recursos internos. Esta gran experiencia está
provocando una gran transformación en mí y he decidido plasmarlo aquí para
poder compartir estos tremendos aprendizajes, a la vez tan sencillos, acerca de
la sabiduría de la soledad, la apertura de la mente y del viaje a lo
desconocido y nuevo.
1) Valorar lo que tengo es anclarme: mi
familia, mis relaciones, todo lo que he construido. Hasta que no te mueves, no
descubres qué cosas en tu vida unen el panorama completo. Cuando estás lejos,
de pronto aparece tus seres queridos, pero lo más increíble es que no sólo se
manifiestan en recuerdos, sino más aún, son las cualidades de su persona lo que
resalta. Sólo ahí te das cuenta lo que has aprendido de esa persona y su
presencia. El sentido de lo práctico de mi mamá, el sabio consejo de mis
padres, el humor y disfrute de la vida de mi prima, la risa y el poder sanador
de mis amigos, la aceptación incondicional de mi perrita, etc. A través de todo
ellos, y todos los espejos que he conocido (por contraste o resonancia), puedo
reconocer en mí lo que he cultivado. Valorar
lo que se tiene trae humildad y descanso, y esa inmensa gratitud fortalece las
raíces.
2) Vivir liviano es ser más libre: Cuando toda
tu vida cabe una maleta te das cuenta que realmente es posible vivir con poco
y, más aún, con lo esencial. Incluso puede ser pertubardor darse cuenta cuántas
necesidades creadas tenemos cada día, somos bombardeados por deseos inútiles
que no se sostienen en el tiempo. Tapamos nuestros vacíos y carencias
personales con cosas, pero tristemente, esto sólo dura un tiempo….el vacío se
queda...! Vivir liviano es tener menos
necesidades y más abundancia. Más gratitud, más disfrute de las experiencias
que hay hoy en nuestras vidas, más despierto a los regalos pequeños que se
deslizan fugaces entre los minuteros del día.
3)
Valorar
lo simple es vivir enamorado: Sin ir más lejos, desapegarme de todo me ha
hecho reencantarme con la vida. Cuando sueltas todas las complicaciones, el
peso denso de las responsabilidades y su ruido mental, sólo quedas tú y el
momento presente. ¿Por qué nos olvidamos de jugar? Estar enamorado implica
estar abierto, inocente y vulnerable, en lugar de estar cerrado, juzgando y a
la defensiva. Creo que no hay nada de malo en estos dos, pero sí siento que
resulta doloroso no elegirlo conscientemente. Cuando estás enamorado, cualquier
cosa que haga el otro parece divina y llena de gracia. ¿Quién te dijo que la
Vida no hace lo mismo? La Vida piensa eso de ti :) Cada
cosa simple tiene un sabor exquisito, sólo si te das el tiempo de saborearlo. Y
ahí está toda la magia.
4) Soltar lo viejo te rejuvenece: Si bien
yo pensaba que había soltado casi todas las creencias viejas en mi vida, estaba
equivocada. Te sorprenderías si pudieras ver la cantidad de creencias
limitantes que tienes funcionando en tu vida. Viejas ideas, miedos, conceptos absolutistas,
falsas asociaciones y emociones….todo pegoteado en tu capacidad de vivenciar
plenamente una experiencia. Lo más loco, nos aterra el hecho de soltar lo que
conocemos y seguimos aferrándonos a lo familiar y conocido, por más que éste
nos haga sufrir…sin saber que el gran truco está escrito ya hace siglos en la
naturaleza… cuando la oruga suelta su cascarón se convierte en mariposa, así
como la serpiente cambia de piel. Nunca descubres tu máximo potencial hasta que
te enfrentas a situaciones desconocidas, donde lo viejo ya no sirve. Es como
tener una nave que le van a apareciendo nuevas funciones a medida que va
avanzando. Descubrir quién eres más allá de lo típico de ti, te refresca, te
renueva y revitaliza. La mejor versión de
ti mismo va apareciendo cuando vas sacando las capas que ha puesto sobre ti
desde el principio.
5) Confiar es decir Sí a la Vida: No hay
nada más potente que una proyección mental positiva acompañada de mucha
respiración. La única manera de enfrentar los miedos es confiando en uno mismo
y el propio destino; confiando en la Vida y su diseño perfecto. Cuando estás
positivo y determinado, atraes a ti lo mismo. Y cuando atraes lo contrario
tienes dos opciones: dejarte influenciar y volverte negativo (olvidarte de
quién eres) o aceptar el desafío y mantener un corazón abierto, siendo fiel a
quién eres. Es TU vida, tú eliges cómo quieres sentirte y cómo quieres
relacionarte con lo que viene a ti. No
importa lo que suceda, tú siempre tienes la última palabra, y la última palabra
es tu acción, lo que eliges ser en cada momento y lo que proyectas con esa
acción. Esa es Tu Realidad.
6) Enfrentar los miedos es un salto de Fe:
Hay una extraña y peculiar sensación en el acto de saltar al vacío; por un momento
morir de miedo pensando que lo peor podría estar al otro lado, y más aún, la
terrible sensación de no poder controlar el futuro o lo externo. Al mismo
tiempo una pequeña lucecita muy dentro guiando el camino y asegurando que todo
va a estar bien. El día que decidí abrazar a mi destino consciente y
consistentemente todos los días, mis sensaciones cambiaron. Oportunidades a mi
alrededor tomaron otro color. Situaciones llegaron a mí con cualidades
positivas y motivantes. No hay nada más gratificante que demostrarse a uno mismo
que “sí puedes” y enfrentar los fantasmas. ¿Para qué, cuando pequeño, prendes
la luz cuando sientes miedo? Es
impresionante la sabiduría que surge de abrazar lo desconocido. Cuando te
permites sentir miedo y luego lo miras a la cara, desaparece. ¿Qué queda?
Conocimiento y experiencia.
7)
La
soledad es un espejismo: ¿A qué tememos realmente al estar “solos”? He ido
desenmasacarando mi miedo y sólo he encontrado mente. Mi miedo y angustia por
la soledad está en los pensamientos y únicamente allí. ¿Cómo lo des-cubrí? Mis
momentos de mayor disfrute aparecieron: saboreando el océano mientras nadaba en
el mar de noche, contemplando la luna y el atardecer mientras me preguntaba
¿Cómo es posible que esto sea taaaan hermoso?, meditando profundamente en mi
habitación, perdiéndome en la melodía infinita de un instrumento musical y de mi
propia voz… Por supuesto que los momentos compartidos con otras personas
trajeron inmensa felicidad también. Pero eso sólo ocurre cuando comprendes que
te estás compartiendo a ti mismo en esos momentos, tu deliciosa presencia. Y ésta
se cultiva en los momentos de soledad cuando toda la existencia está contigo;
ahí te das cuenta que esa “sol-edad”, esa “edad del sol” es una fuente
inacabable de calor y sabiduría. La compañía sólo es exquisita porque existe la
soledad. Y lo que realmente se comparte en un encuentro son dos soledades
completas de sí mismas. Tienes que dejar de creer que estar solo es doloroso o
malo. Si puedes abrazar tu sol-edad,
caminarás por la vida dando iluminando con tu sol a todos quienes te rodean,
dándoles calor, más consciencia y más luz. Recuerda, el sol es la estrella más
grande y es un reflejo de ti.
8) En tus miedos está tu mayor potencial: Nunca
pensé que podría estar completamente sola, lejos de mi gente, mi pasado y lo
conocido. Vivimos la vida tratando de escapar de eso que nos aterra sin saber
que allí se esconde el máximo potencial de lo que somos. Como a una semilla en
su cáscara, calentita y cómoda, le dijeron un día que iba a convertirse en un
gigantesco roble y ella rió con ironía, “Pfff!! Yo?? Nah… imposible”. Sólo
necesitas agua (nutrirte con cariño y cosas enriquecedoras), sol (motivación diaria
y energía, respiración), a medida que creces, una tierra (creación personal,
suelo propio) donde hacer crecer tus raíces, y a medida que vives, cambio
(cambian las estaciones, las circunstancias te desafían y tú te adaptas y
regeneras). Recuerda, mientras más hondo
van tus raíces, más fuerte y estable crece el árbol. Mientras más te conoces y
navegas hacia lo profundo y desconocido en ti, más creces y floreces.
No comments:
Post a Comment